Como la mayoría de días que estuvimos en Noruega, el
despertador nos sonó bien pronto (tampoco nos pasamos que estábamos de
vacaciones), para poder de esa manera aprovechar el día al máximo. Dejamos las
maletas en el coche y nos fuimos a visitar uno de los principales atractivos de
la ciudad, el barrio de Bryggen.
Una vez visitado este bonito punto de la ciudad, cogimos el
coche dirección a Voss, donde paramos a ver una garganta (Bordalsgjelet).
El siguiente punto del recorrido fue la también bonita
cascada de Tvindefossen, situada en la carretera que une Voss y Gudvangen.
Antes de llegar a Gudvangen, nos desviamos a un Hotel
llamado Stalheim, desde donde se tienen unas bonitas vistas del valle que va
hacia Gudvangen. De vuelta al coche decidimos dejar de lado la carretera
principal y continuar por la "carretera vieja" (son solo un par de
kilómetros). Actualmente este trozo de la carretera antigua es de solo un sentido
de circulación (bajada).
En la parte final de dicha carretera, se pueden ver un par
de cascadas.
Continuamos dirección a Gudvangen y justo antes de llegar
paramos en el camping que teníamos reservado (Vang Camping, 400 NOK por noche),
era una cabaña para dos personas con una mini cocina y lavabo comunitario. La
cabaña era algo pequeña pero estaba muy bien cuidada. El camping estaba rodeado
de cascadas a lado y lado.
Después de hablar con la mujer de recepción del camping, se
cumplía lo que nos había parecido leer en un par de carteles durante el viaje
por carretera, el túnel que unía Gudvangen y Flam estaba cortado debido a un
accidente, y no tenían intención de abrirlo en los próximos días. Esos nos
fastidio bastante, ya que teníamos pensado pasar dos noches en esta cabaña para
de esta manera al día siguiente poder hacer el crucero por el fiordo sin
necesidad de cargar el coche, yendo con barco desde Gudvangen hasta Flam, y
volviendo en autobús. Tuvimos que cambiar de planes y anular una noche en este
camping, suerte que la mujer no nos puso ningún problema. El hecho de tener
esta carretera cortada nos suponía tener que cargar el coche en el Ferry que
iba hasta Flam, o dar un rodeo bestial de más de 5 horas de carretera (2 ferrys
incluidos).
Decidimos desconectar un poco del tema, e ir a dar un paseo
por Gudvangen. Nos adentramos al fiordo por una carretera que sale a mano izquierda
del pueblo, y durante unos cinco kilómetros va paralela al fiordo hasta llegar
a un punto que se corta.
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