Ese día nos levantamos con la incerteza de no saber cómo
íbamos a ir hasta Flam. El primer ferry con coches salía 11:45. Antes de ir al
embarcadero fuimos a visitar esta cascada (Stalheim).
A las diez en punto,
ya estábamos haciendo cola para poder coger ferry, el chico que vendía los
billetes no nos aseguraba el sitio, pero decía que teníamos alguna posibilidad.
La espera se hizo bastante larga.
Foto del túnel cortado:
Apenas había cinco o seis coches más en la cola del ferry,
en cambio estaba lleno de autobuses. A la hora de entrar primero dejaron entrar
a todos los autobuses y algunos coches, dos quedamos fuera del barco e incluso
una furgoneta que había comprado los billetes con antelación. Después de hablar
con otra pareja de españoles que estaban en la misma situación que nosotros,
decidimos coger otro ferry que salía a las 12:15 dirección Kaupanger. Este
ferry, todo y tener un recorrido más largo, duraba igual que el que te llevaba
directamente a Flam, lo único que luego habíamos de hacer 1:15 de coche entre
Kaupanger y Flam, pero resultaba mucho mejor esto que dar el rodeo por carretera
de más de cinco horas. En este ferry pudimos entrar sin problemas, todo y que
iba bastante lleno de coches, no éramos los únicos que habíamos elegido esta
opción. El viaje por el fiordo nos costó 935 NOK (2 adultos y un coche).
El viaje por el fiordo fue muy bonito, sobretodo el primer
tramo que recorre unos de los tramos más estrechos de los fiordos Noruegos:
Una de las cascadas que se pueden ver durante el recorrido:
Llegados a este punto (siguiente foto), se pueden ver los
dos “brazos” del fiordo que dejamos atrás. El de la derecha, que es por el que
veníamos y llega hasta Kaupanger, y el de la izquierda, que es por donde
hubiésemos ido en caso de haber cogido el ferry que llevaba a Flam.
Llegamos a Kaupanger y cogimos carretera dirección Flam. Lo
bueno de haber tenido este “problema” con el túnel de Flam, es que si íbamos a
pasar entonces por el túnel de Laerdal (24 km de túnel), por lo que leímos se
trata del túnel terrestre más largo de Europa. El túnel en sí, no tiene nada de
especial, simplemente comentar como cosa curiosa, que cada 6 km tiene unas áreas
iluminadas de manera especial para que los conductores no se despisten, resulta
curioso de ver.
Lo primero que hicimos, una vez cruzado el túnel, es ir al
pueblo de Aurland en busca de alojamiento. Encontramos unas cabañas con bonitas
vistas al fiordo, se llamaban Winjum Hytter.
El camping disponía de cocina comunitaria.
Una vez instalados nos dirigimos hacia Flam y entramos a visitar el museo de ferrocarril
(entrada gratuita)
Acto seguido fuimos a ver la cascada Brekkefossen, se trata
de una pequeña mini excursión de apenas 40 minutos de subida. La cascada y las
vistas sobre Flam valen la pena.
Podéis ver la ruta que hay que seguir para llegar a la
cascada en el siguiente enlace: Brekkefossen
Y por último, bajamos otra vez a Flam para poder ver el
Flamsbana.
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