Día 10 (Hallstatt, cueva de hielo de Dachstein)

Cogimos el coche dirección Hallstatt, según algunos sitios está considerado como el pueblo más bonito a orillas de un lago. Aparcar dentro del pueblo es imposible, directamente hay que ir a algunos de los parkings habilitados a las afueras del pueblo. Nosotros tuvimos suerte y encontramos un sitio para aparcar sin pagar cerca de las pistas de futbol / tenis.
El pueblo es realmente bonito y es agradable pasear por él:





Íbamos con la intención de entrar en un lugar llamado Hallstätter Beinhaus, una pequeña capilla situada junto a la iglesia en la que dentro hay cráneos “adornados”. Había que pagar 2€ para entrar y creímos que no valía la pena.
Por lo que teníamos visto, cerca del pueblo también había una cascada llamada Waldbachstrub, al final no fuimos pero pintaba bonita.

La idea principal que teníamos en mente era dejar la zona de Hallstatt e ir hacia el pueblo de Werfen donde se encontraba la cueva glaciar de Eisriesenwelt, pero el día anterior vimos que cerca de donde estábamos, en el pueblo de Obertraun, también había otra cueva de hielo similar y decidimos visitar estas.
Son las cuevas de hielo de Dachstein, bueno por lo que vimos Dachstein más bien es el nombre del macizo y dentro de él se encuentran tres cuevas; la de hielo, la del mamut y otra que no recuerdo el nombre. Nosotros visitamos la de hielo, una visita guiada que dura una hora aproximadamente. Para llegar hasta la cueva hay que dejar el coche en el parking del telecabina (gratuito), subir al telecabina y bajarse en la primera estación. Desde aquí hay unos 15 minutos de subida caminando hasta la cueva, todo está muy bien indicado. Dentro de la cueva hace frío y el suelo puede estar algo mojado, es recomendable ir bien equipado. El guía hablaba alemán e inglés, existían prospectos en varios idiomas menos en español. El precio del telecabina más la entrada a la cueva 29,70€ por persona. Se pueden comprar otros tipos de entradas que incluyen más cosas a visitar. Más información en el siguiente enlace:


Nuestro guía no nos puso ningún problema para hacer fotos siempre y cuando nos utilizáramos el flash:






No sabemos cómo deben de ser las cuevas de Werfen, pero cierto es que estas nos gustaron bastante.

Antes de irnos hacia el apartamento una última parada en el lago:


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