El día amaneció bastante mejor que el anterior y nos permitió disfrutar de estas vistas desde la zona donde habíamos dormido:
Ahora tocaba un tramo de carretera bastante largo hasta llegar otra vez a Borgarnes. Desde lejos pudimos ver el volcán Eldborg:
En Borgarnes retrocedimos un poco por la N1 para ir a ver la zona geotermal de Deildartunguhver. Quizá lo ideal para no tener que recular hasta este punto, hubiese sido venir antes de entrar en Snæfellsnes, pero por motivos de tiempo nos fue mejor de esta manera.
Luego fuimos a visitar la bonita cascada Hraunfossar, situada en la carretera 518 (coordenadas N 64° 42.140 W 020° 58.710):
Una vez acabada la visita a las cascadas volvimos a la N1 dirección Reykjavík. A unos 25km al sur de Borgarnes, se llega al fiordo de Hvalfjörður. Para cruzar este fiordo hay dos opciones: seguir recto por la N1 y pasar por un túnel (creemos que de pago) o rodear todo el fiordo por carretera 47. Nosotros elegimos la segunda opción, ya que justo en el extremo este del fiordo se haya la cascada de Glymur, una de las más altas de Islandia.
Para llegar a ella hay que realizar una excursión de unos 8 kilómetros ida y vuelta (todo depende de hasta donde se quiera llegar).
La ruta comienza en un parking habilitado, donde hay un par de carteles informativos. Las coordenadas aproximadas del parking son: N 64° 23.110 W 021° 17.603.
Uno de los puntos más divertidos de la ruta, es el paso por esta cueva:
También hay que cruzar un puente por un tronco equipado con una cuerda pasamanos (no es difícil):
El camino está algo erosionado, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado:
Ya se puede ver la cascada:
A partir de aquí el camino va ganando altura por el lateral del cañón, hay diferentes miradores con vistas a la cascada.
A lo lejos se puede ver el fiordo del que venimos:
Hay que extremar las precauciones, ya que las paredes son bastante altas:
Desde uno de los miradores:
Vistas hacia atrás:
Último mirador antes de pasar a la parte superior de la cascada:
Una vez arriba el paisaje cambia totalmente y a continuación de la cascada se convierte en un rio bastante ancho. Nuestra idea original era cruzar el río y bajar por el otro lado del cañón, pero no había ningún punto factible para cruzarlo sin tener que mojarse los pies y la verdad es que el agua bajaba bastante fría.
Dejamos un enlace por si queréis más información de la ruta: Cascada Glymur
Vuelta hacia el coche. De camino por la carretera 47 vimos un lugar para parar a dormir con vistas al fiordo:
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