Islandia. Día 15 ( Reykjavík - Blue Lagoon - Aeropuerto)


Hoy era nuestro último día completo en Islandia.

A pocos kilómetros del lugar donde dormimos se encontraba una curiosa roca llamada Staupasteinn o “copa de vino”. Está indicada en la carretera con el nombre de Stedji:




Más vistas hacia el fiordo:




Ahora ya no pararíamos más hasta llegar a Reykjavík. 

A la capital de Islandia decidimos dedicarle una visita más bien corta, ya que preferíamos dedicarle más tiempo a los monumentos naturales. Todo y tratarse de una gran ciudad, no tuvimos ningún problema para adentrarnos en ella con el coche. Decidimos aparcar el coche cerca de un edificio llamado Harpa (es un centro de conciertos y conferencias), en una especie de zona azul. No resultó del todo caro, 200 ISK 4 horas.

Lo primero que fuimos a ver es una escultura llamada Solfar:





Luego fuimos a ver una casa llamada Höfði donde Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev celebraron una cumbre que supuso un gran paso para el final de la guerra fría.



La curiosa iglesia también llamada Hallgrimskirkja:





El lago Tjörnin, situado en el centro de la ciudad y lleno de aves:






Antes de marchar nos comimos un hot dog en una parada que por lo que habíamos leído es bastante famosa, se llamaba Bæjarins Beztu Pylsur. La verdad es que estaban bastante buenos:




Y con esto acabó nuestra corta visita a la ciudad de Reykjavík. 

La idea era acabar el día en la Blue Lagoon, pero como aún teníamos bastante tiempo fuimos a ver un lago situado en la península de Reykjanes, concretamente en la carretera número 42:





Unos pocos kilómetros más al sur y en la misma carretera 42, se encuentra la zona geotermal de Seltún:






Un mini lago que había delante de la zona geotermal:





Luego cogimos la carretera 427 dirección Grindavík, para continuar por la 425 hasta un curioso lugar llamado “Puente entre dos continentes”. En este lugar hay un puente que une la placa tectónica norteamericana con la euroasiática (justo en medio se encuentra la dorsal atlántica). Las coordenadas aproximadas de este lugar son: N 63° 52.090 W 022° 40.538.







Después de visitar esto fuimos camino de la Blue Lagoon. Es una piscina muy bonita y casi indispensable de visitar si se viaja a Islandia, pero hay que reconocer que es algo caro comparado con otros lugares similares que hay por la Isla. Para entrar tuvimos que hacer una cola de unos 30 minutos. La entrada nos costó 6200 ISK por persona. Una vez dentro es todo bastante moderno y bien equipado (en los vestuarios femeninos hay tocadores con secador de pelo, discos de algodón para desmaquillar, palillos de algodón y taquillas bastante grandes que funcionan con el chip que lleva la pulsera que te dan al entrar). En la misma piscina hay una zona de bar donde se puede tomar algo dentro del agua (no está incluido en la entrada). Una atracción de esta piscina que no tienen las demás es que hay unos rincones donde han habilitado unos depósitos con sílice para que te lo pongas en el cuerpo ya que resulta exfoliante y da brillo a la piel.





Estuvimos dentro un par de horas hasta prácticamente la hora de cerrar. Justo antes de salir, en el mismo edificio que la Blue Lagoon, se puede subir a una terraza con vistas a la piscina:





Después del relajarnos en la piscina, tocaba ir de camino hacia el aeropuerto de Keflavík ya que lo bueno se terminaba. Antes paramos a llenar el coche de gasolina y hacerle una pequeño limpieza interior, tal y como ponía en el contrato de alquiler. El vuelo (con Vueling) no salía hasta las 01:40 de la madrugada, así que nos lo pudimos tomar todo con bastante tranquilidad. Esta vez el vuelo era directo a Barcelona sin hacer escalas.

La furgoneta la dejamos en una sección concreta del parking del aeropuerto que nos habían indicado con anterioridad. En total hicimos unos 3330 kilómetros con coche durante todos estos días (vuelta entera a la Isla sin pasar por los fiordos del oeste). 

Y justo cuando estábamos a punto de entrar en el aeropuerto, nos sorprendió una pequeña aurora boreal (es lo que nos quedaba por ver en este fantástico lugar):




Comentar que con vueling el Check-in online nos está disponible en el aeropuerto de Keflavík por lo que tuvimos que hacerlo en el mismo aeropuerto sin gasto alguno, se hace a la misma vez que te facturan el equipaje.

Y con esto nos despedíamos de esta espectacular aventura. Nos quedamos con muchísimos recuerdos que nunca olvidaremos. Una de los cosas que más nos ha gustado es ver que es una tierra que está en continua evolución y el paisaje de según qué zonas puede cambiar cuando menos nos lo esperemos. 

Con este diario queremos ayudar a la gente que necesita planificar su viaje, a nosotros nos fue muy bien leer otros diarios y por eso queremos compartir nuestra experiencia. Si sois de los que aún dudáis en ir o no, no os lo penséis más, seguro que os gustará.

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