El destino final de ese día era llegar a Bergen, pasando
antes por el pueblo de Eidfjord (se puede optar por ir a Bergen directamente
sin pasar por Eidfjord, el rodeo que hay que dar para llegar ha dicho pueblo y
luego ir a hacia Bergen es considerable, pero a nosotros nos gustó). En apenas
15 minutos de coche, nos plantamos en una de las cascadas más espectaculares
que vimos en Noruega, la cascada de Latefossen. Nos impresionó la cantidad de
agua que bajaba, y lo cerca que estaba de la carretera.
Esta cascada queda justo en frente de la de Latefossen:
Una vez visitada esta cascada, continuamos el viaje hasta
Eidfjord, parando antes en el pueblo de Odda para dar un mini paseo y preguntar
algo en la oficina de turismo. La carretera que lleva hasta Eidfjord va en todo
momento paralela a uno de las “brazos” del Hardangerfjord, con lo que no tienes
tiempo de aburrirte. Llegados a Eidfjord, nos dirigimos directamente hasta la
cascada de Voringsfossen (unos 15 – 20 minutos desde el pueblo en coche). Hay
dos miradores principales, el primero que te encuentras es este (parking
gratuito en 2013...):
Luego con el coche nos acercamos a otro mirador que queda
justo en frente del anterior. Había que pagar parking, ya que entrabas dentro
de un hotel. Nosotros optamos por dejar el coche a unos metros de la entrada y
entrar caminando.
En esta foto se puede apreciar a la izquierda de la imagen
el "primer" mirador que comentábamos antes:
La siguiente parada fue una pequeña visita al pueblo de
Eidfjord.
Salimos de dicho pueblo, y retrocedimos unos pocos
kilómetros por la carretera que habíamos venido antes, hasta llegar al Ferry
que cruzaba el fiordo (Brimmes – Bruravik). Paralelo al recorrido del Ferry,
estaban construyendo un mega puente, con lo que en un futuro no muy lejano, el
trayecto debería ser algo más “cómodo” y rápido.
El siguiente punto del recorrido era el pueblo de
Norheimsund, para visitar la cascada de Steinsdalsfossen.
La visita a esta cascada es bastante rápida, ya que queda
pegada a la carretera, y no hay que andar prácticamente nada. Tiene la
peculiaridad de que se puede pasar por detrás de la cascada.
Ahora tocaba dejar de ver naturaleza en estado puro, e ir
hacia Bergen.
Antes de ir hacia el centro de Bergen y descargar las
maletas en el hotel, paramos a ver esta iglesia (Fantoft).
En Bergen teníamos una noche reservada en el hotel CityBox
Bergen (700 NOK, con mini cocina en la habitación y lavado compartido con otra
habitación), es de lo más barato que encontramos. El hotel quedaba bastante
céntrico. Aparcar ya es otro tema aparte, la mayoría de zonas céntricas son
zonas de pago. Después de dejar las maletas en el hotel, nos dirigimos
caminando al centro de la ciudad. Lo primero que visitamos fue un bonito parque
que hay en el centro (creo que el parque se llama “byparken”).
La siguiente parada fue el mercado del pescado (estaba lleno
de turistas españoles!!!,), dimos una vuelta por el mercado y comimos un plato
con algo de carne de ballena con un poco de ensalada y verduras.
Acto seguido, y aprovechando que aún nos quedaban algunas
horas de sol, nos dirigimos al cremallera que sube al monte Floyfjellet, desde
donde se pueden disfrutar de una bonita panorámica de la ciudad.
En este monte hay diversos paseos para hacer, todos bien
indicados. En la taquilla donde se compran los billetes, dan un mapa con algo
de información. Nosotros decidimos acercarnos hasta este lago:
De vuelta al centro de la ciudad, nos perdimos un poco por
las calles de Bergen, visitando algunos de los lugares que indicaban el mapa
turístico. Luego, una cena de lujo en Mcdo……., y para el hotel a descansar.
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